CARTA DE LISÍSTRATA - MAESTRA Y MADRE- SOBRE LOS HIJOS.
Hace un par de meses, hablando por email en forma coloquial con Lisístrata (que es maestra y madre desde hace al menos 25 años) sobre el futuro tema principal de este número del Espolón (educación y juventud), me hace llegar algunos retazos de su pensamiento al respecto; y como ya he mencionado anteriormente, de forma distendida e informal, sin pensar ella en ningún momento que yo pudiera incluir dichas palabras en el presente número de esta “revista”. Las incluyo, con su permiso, por la naturalidad y gracia con que, tan acertadamente, expresa conceptos tan sumamente importantes sobre la educación de los hijos y alumnos. Su doble condición, de maestra y madre, la hacen fuente importante de sabiduría –y experiencia- por partida doble. Mis felicitaciones y gratitud, desde aquí, a Lisis; extensivas asimismo, a todas las madres y padres, maestros y maestras, que hacen todo lo humanamente posible para que los ciudadanos no tengamos que sufrir las consecuencias de la mala educación de los jóvenes: insufribles futuros hombres y mujeres del mañana.
Hace un par de meses, hablando por email en forma coloquial con Lisístrata (que es maestra y madre desde hace al menos 25 años) sobre el futuro tema principal de este número del Espolón (educación y juventud), me hace llegar algunos retazos de su pensamiento al respecto; y como ya he mencionado anteriormente, de forma distendida e informal, sin pensar ella en ningún momento que yo pudiera incluir dichas palabras en el presente número de esta “revista”. Las incluyo, con su permiso, por la naturalidad y gracia con que, tan acertadamente, expresa conceptos tan sumamente importantes sobre la educación de los hijos y alumnos. Su doble condición, de maestra y madre, la hacen fuente importante de sabiduría –y experiencia- por partida doble. Mis felicitaciones y gratitud, desde aquí, a Lisis; extensivas asimismo, a todas las madres y padres, maestros y maestras, que hacen todo lo humanamente posible para que los ciudadanos no tengamos que sufrir las consecuencias de la mala educación de los jóvenes: insufribles futuros hombres y mujeres del mañana.
Introducción por: Antonio Aguilera García
“Como bien dices nuestra sociedad se fue descabalgando del natural y, a la vez, instintos primarios, conforme íbamos avanzando en la historia;, a veces para bien y en ocasiones para mal, pero eso es tema largo y tendido qua ahora no ha lugar (cuando puedas te lees la saga del CLAN DEL OSO CAVERNARIO)
Ahora no tengo material acreditado por estudiosos a mano sobre la adolescencia y la relación entre padres e hijos en esa etapa, pero desde mi experiencia, no sólo como madre, sino como maestra que enseña en el primer ciclo de la ESO que es donde se concentran todos estos seres en edad de villanía, egoísmo y con aspecto de hormonas con patas puedo expresar algunas conclusiones a tal asunto:
1º Que los padres y madres hemos de hacernos a la idea de que es una enfermedad que se pasa a dos bandas, padres a un lado (al mismo lado, si no sería a tres bandas y eso supondría un descontrol) e hijos al otro.
2º Que se ha de preparar uno a recibir envites de toda clase y a suavizarlos y remediarlos de la mejor manera posible, pero nunca dejarlos como si nada sucediese.
3º Que seremos las peores personas del mundo en un tiempo, sólo por contrariar y contradecir los intereses de nuestros tiranos y rebeldes hijos, pero que si lo hacemos sin miedo, esto es, marcando (o meando territorio ), según instintos más primarios, ellos entenderán cual es su escalafón de vínculo en la manada donde viven. Jamás pueden ver amedrentamiento y temor alguno en los padres, si no ellos mearán enciman y marcarán su territorio donde no deben: estaremos perdidos.
4º Que todo lo anterior necesita mucho sacrificio y tener que dejar de hacer las cosas que a los padres nos gusta, pero que los hijos son lo primero aunque nos pongan al borde del infarto. Yo no he podido dedicarme a cosas que me gustan hasta que no han sido mayores y maduros. Cuando no querían venir de vacaciones, una de dos, o los obligaba a venir (hay que sopesar, pues con un mal rollo fuera de casa se pasa mucho peor, o simplemente no iba)” 5º Salón común controlado en tiempo y temas por papá y mamá. Internet se anula cuando se quedan por algún motivo solos en casa (se busca la manera, yo me llevaba hace 10 años el modem en el bolso).
6º Lo que uno de los padres diga en primer lugar en torno a castigos y permisos es irrevocable por parte del otro (de ahí que se deba estar en el mismo lado). A mí me tocó lidiar, pues pasaba la mayor parte del día con ellos, pero cuando su padre llegaba ya estaban los problemas solucionado; jamás les decía "verás cuando venga tu padre", me hubiera restado credibilidad y hubiera sido a sus ojos presa débil. Su padre era informado a la llegada de las novedades del día, pero castigos y decisiones eran ya dispuestos de manera implacable e irrevocable: el pescado vendido, vamos! ni que decir tiene que la bruja de la casa era yo , ejejej, pero no me importó. Ahora me alegro muchísimo.
7º Como son menores, pienso personalmente que los padres tienen derecho a investigar todo lo que hagan, incluso correspondencia y cajones, debajo del colchón de su territorio (habitación). Luego hay que ser sutil y no dar importancia a anotaciones de flirteos y demás. Si hubiere algún indicio de que tiene relaciones sexuales, sólo advertir, sin aludir al descubrimiento que es necesario prevenir embarazos y enfermedades con el reglamentario "antifaz" y con un poco de madurez, además subrayar que este tipo de relaciones no deben de comprometerles con nadie (ni deben usarlas para comprometer a nadie).
Si se descubre cualquier cosa que pueda hacernos sospechar que entrañe peligro, siempre con discreción y no hablar nunca del tema a no ser que ellos lo saquen y uno le siga la conversación como si no se supiera nada, la elegancia es la elegancia.
8º Inculcar el sentido de la responsabilidad en casa, donde trabajamos todos es imprescindible, si cumple obligaciones habrá paga o extras si no, no hay nada. No es negociable que adquieran, que deseen, sin que se cumpla la parte del contrato en obligaciones que les pertenece y ahí, los padres hemos de ser inflexibles, nada de lástima ni dejarse chantajear emocionalmente por estos enanos que se crecen y empiezan a pedir como si estuvieran dando y acaban creyéndose que han nacido para merecer.
9º Estar siempre cuando nos necesiten, llorar y reír con ellos desde que son pequeños dedicándoles todo nuestro tiempo sin hacerles sentir que nos cortapisan, aunque lo hagan (nos aguantamos).
10º Y, sobretodo, mucho Amor. Es lo que transmito a las madres y padres de mis alumnos-as cuando vienen desesperados a hablar conmigo.