lunes, 25 de mayo de 2009

Yo aprendo, yo me faculto.


Yo aprendo, yo me faculto.


Las distintas áreas universitarias se enseñan en la Facultad. Damos por hecho que la Facultad nos "faculta" para una profesión, que nos aporta unos conocimientos, unos conceptos, unos procedimientos, unas habilidades y unas actitudes para desempeñar nuestro trabajo.
Lamentablemente eso es cierto a medias. Conozco a pésimos estudiantes que tras finalizar sus estudios universitarios de la manera que llamamos "a trancas y barrancas" luego son unos excelentes profesionales en su trabajo. Por el mismo motivo que otros que fueron alumnos brillantes con expedientes académicos impecables, se han convertido, en mediocres o incluso malos ejercedores de su profesión. Tal es el caso de profesores o médicos, entre otros.
Escuché a un filósofo paisano mío, que cuando marchó a Granada a la facultad de Filosofía y Letras, dedicaba más tiempo a otras tareas y aficiones que a asistir a la facultad. Se dio cuenta de que el temario podría estudiarlo por sí mismo y que allí solo debía ir a realizar los exámenes y a recoger las pertinentes notas. Ahora es un sabio.
Me he dado cuenta de que el hecho de tener un título universitario solo sirve como autorización para ejercer una profesión concreta, no aporta cultura.
Conozco personas con carreras universitarias que son auténticos ignorantes de todo lo demás, (a veces ni siquiera son buenos en su función) y otras que sin haber obtenido titulación alguna son auténticos sabios y eruditos, personas con una cultura excepcional.
Tenemos grandes ejemplos de autodidactas como es el caso de Miguel Hernández o de malos estudiantes como Stanley Kubrick que han llegado a convertirse en genios y modelos a seguir.
El estudio, el trabajo y el esfuerzo potencian nuestras habilidades. No es necesario realizar muchas obras, lo importante es realizarlas bien.
Por consiguiente, somos dueños de nuestro propio aprendizaje. Solo con el entusiasmo, el interés y el esfuerzo llegaremos a alcanzar el conocimiento. No nos lamentemos si no hay un título en nuestro cajón.
¡ Al carajo con los títulos ! El saber no está en un papel, se encuentra en nuestro cerebro.


http:mipropiolaberinto.blogspot.com María José Corral Benítez

11 comentarios:

aisladodelmundo dijo...

Realmente no es necesario un titulo universitario para ser un especialista en alguan materia.
Aunque lo ideal seria tener el titulo y posteriormente preocuparse de adquirir una formación continua.

Personalmente, la calle me enseño mucho carezco de titulación alguna.

Es digno de admiración la cantidad de personas autodidactas, por el esfuerzo que realizan.

Estupenda tu reflexión, Mª José.

Anónimo dijo...

totalmente de acuerdo, aunque parezca obvio muchos no lo entienden, las obsesiones por sacarse una carrrera para luego no servirte de provecho alguno, mi amigo a. aguilera y el que escribe ostentamos el título de ilustrados sin papeles sin ningún complejo, y el cabrero de mi pueblo es socrático y no lo sabe ni le importa, un saludo a todos los que seguís este humilde folleto espoleador

óscar muñoz

Biblioteca de Carcabuey dijo...

Mi padre es el albañil más culto del mundo. Cuando iba de viaje, dejaba la ropa atrás para traerse la maleta llena de libros.
Probablemente, las personas más cultas e inteligentes que conozco no sólo no han estudiado, sino que nunca han tenido interés por título académico alguno.
Probablemente, las personas más estúpidas que conozco poseen un número de neuronas inversamente proporcional al número de títulos colgados en la pared.
No me gusta la gente que se presenta como médico, ingeniero, arquitecta o informático.
Yo soy persona, del género mujer, hoy soy feliz, me llamo Inma ¿y tú?

Anónimo dijo...

José Saramago acudió a Estocolmo a recoger el Premio Nobel de Literatura. Rodeado periodistas de todo el mundo, de académicos, de personalidades ilustres del mundo de las letras, en un acto presidido por la Casa Real de Suecia, subió a la tribuna y comenzó su discurso con esta frase: "El hombre más sabio que he conocido no sabía leer. Era cabrero. Y también era mi abuelo" Esta anécdota puede ilustrar perfectamente la tesis expuesta en tu artículo, Mª José. Luego tenemos claros ejemplos de esto en Miguel Hernández, en Alberti, que no terminó el bachiller elemental, o Lorca, que suspendía literatura y que sentía cierto complejo entre los miembros de su generación, casi todos catedráticos. Yo puedo decir que lo más valioso de lo poco que sé lo aprendí guardando cabras, bueno, leyendo mientras vigilaba a las cabras en la sierra. Y en alguna ocasión he notado cierto desdén de alguna persona con carrera. Probablemente no sepa estar a la altura en cada situación o tenga innumerables lagunas en mis conocimientos. Pero eso nos obliga, a todos los que estamos en esta situación, a esforzarnos doblemente, a investigar por nuestra cuenta, a descubrir los datos en los libros. Y eso también es una aventura. Y quiizás por eso te agradezco que hayas escrito este artículo. Enhorabuena y gracias. Antonio Osuna Ropero

María José dijo...

aisladodelmundo:Lo ideal sería tener una formación académica que sentara las bases para asimilar nuevos conocimientos.

La inteligencia no se expone en un título. El título sirve para poder realizar una profesión, para nada más.

Un saludo.

Óscar Muñoz:Como tantos y tantos ... aprende el que quiere. Sólo se necesitan ganas de saber.

Un saludo.

María José dijo...

Biblioteca de Carcabuey:la inteligencia no se puede exhibir mediante títulos. A veces la memoria no retiene mucho de lo que se estudió; por tanto, el tiempo dedicado a la obtención de algunos títulos no sirve para nada. Lo que implica que no se aprendió mucho o nada.

No me gusta tener títulos en la pared.

Pero claro ... , cuando te piden un currículum cuanto más títulos se tengan mejor, eso no garantiza que se sea mejor profesional o se esté mejor preparado.

Un saludo.

Antonio Osuna Ropero:¡¡ Hay tantos ejemplos de sabios autodidactas !!
Precisamente, esos nombres que mencionas son grandes entre los grandes de la cultura y la literatura, ejemplos de superación y modestia a imitar.

Respeto y admiro a todos los que como tú os esforzáis y se esforzaron por superar sus conocimientos. Me incluyo en ese grupo.

Me cansé de estar rodeada de ignorantes (algunos de ellos con títulos) y arrogantes.

Un saludo.

Biblioteca de Carcabuey dijo...

¡Por supuesto, Mª José! Si yo tuviera que elegir entre que mi hija estudie o no, elegiría que estudiase ¡Y cuanto más mejor! Un albañil no puede construir sin herramientas...
Pero,evidentemente, de despertar su curiosidad y voracidad por las cosas de la vida, por los libros, por la música, el cine, el arte... ya me encargo yo, porque eso es algo que normalmente no se aprende en las aulas.
En el cole, instituto etc... se dan conocimientos encorsetados, en botella, de serie y conformistas... De la personas depende ir más allá, rebelarse y descubrir las otras caras que complementan, enriquecen y superan la educación oficial.
Lo que importa en esta vida para disfrutarla y rendirnos ante todo lo que nos ofrece, es el ENTUSIASMO y la CURIOSIDAD. Y si partimos siempre de la premisa socrática "Sólo sé que no sé nada" mucho mejor.
Un saludo para tod@s

Antonio Aguilera dijo...

Estimada María José:

Disculpa que llegue el último: el laboro no perdona.

Ya ahora me encuentro con la tesitura de que los extraordianrios contertulios que han participado lo han dejado todo dicho, y claro.

Incido sobre la formación contínua, carezcamos o no de titulación académica. Y sobre la posesión de valores humanos, educación en valores que se dice,pues sin ellos seremos una porquería de personas.

Prefiero a un hortelano educado que a un Doctor en varias ciencias maleducado y pedantón:
ya dijo Cervantes en el Quijote que los montes crían letrados.

Saludos amiga, y demás amigos

Vicky dijo...

Excelente articulo.... y si, la inteligencia nada tiene que ver con los niveles académicos, estos estudios no nos hacen mas inteligentes... solo nos dan herramientas y bases para desarrollar una labor especifica, que dicho de paso, no siempre garantiza tener un trabajo... en lo personal me considero muy inteligente... termine dos carreras universitarias y te diré, jamas he trabajado en ellas, pues la situación actual, debes trabajar en lo que resulte y sin exigencias, así que lo que logre con ellas es tener mas información en mi cabeza, estar mas preparada en algunos aspectos, pero no me sirvieron para abrirme un futuro profesional en ellas...
Maria Jose, Antonio, un fuerte abrazo.

María José dijo...

Biblioteca de Carcabuey:"Sólo sé que no se nada", es cierto, sólo si somos conscientes de lo que ignoramos y de todo lo que nos queda por aprender avanzaremos en el conocimiento.

Los estudios son la base de donde partir, de hecho la Educación Primaria y Secundaria son obligatorias. Aporta una cultura general básica y fundamental.

A partir de ahí, la cultura de cada individuo es la que éste o ésta se faculte a sí mismo/a.

Un saludo y gracias de nuevo.

Antonio Aguilera:Efectivamente, la formación continua es lo que hace que no seamos ignorantes.

Los valores humanos son fundamentales, y muestra de gran sabiduría.

Un saludo.

María José dijo...

Vicky:
Es una lástima que no hayas podido dedicarte a aquello para lo que estudiaste.

Los conocimientos están ahí, y de alguna u otra manera, al final se rentabilizan.

Un saludo.