miércoles, 2 de febrero de 2011

TENGO UNA MUÑECA VESTIDA DE..


“TENGO UNA MUÑECA VESTIDA  DE…”

La Belleza de una mujer fatua es como sortija de oro en el hocico de un cerdo”. (Salomón).

Marieta salió de casa a las 11 de la mañana. Tenía un buen trabajo, en un lugar calentito, donde no llegaban las ráfagas heladas de los helados bajo cero.  Podía permitirse ir muy mona, con sus zapatitos de tacón y su jersey carmesí, sólo le faltaba el canesú para ser una completa muñeca.
Iba contenta. Por la tarde le habían confirmado que su nuevo Iphone, última generación, le llegaría en dos días ¡casi no podía esperar! No sabía bien cómo podría sobrevivir si él esos dos días que faltaban, estaba tan impaciente que cuando pensaba en él, el corazón se le ponía loco de ansiedad.
Cuando llegó a la oficina se cruzo con Pili. Esta chica que mal conjuntaba su ropa, claro que hasta el nombre lo tenía un pelín hortera. Podría decir que la llamasen Piluca, Pilarín… ¿Pero Pili? ¡Por favor! Desechó el pensamiento, le cansaba pensar tanto tiempo.
Saludó a derecha e izquierda con la sonrisa pintada que tanto utilizaba, segura de que ellos, simples mortales, estaban encantados y felices al ser mirados por ella. Se sentía bien. Su secretaria le tenía ya la prensa encima de la mesa, ¡menos mal!  No soportaba tener que llamar pidiéndole cosas obvias.
Se puso al día en cotilleos, fiestas y demás eventos, que no le faltase tema de conversación con sus amigas.
Cogió el teléfono y llamó a los almacenes exclusivos que le habían enviado los zapatos “Manolos” que tanto le gustaban, los muy cretinos se habían equivocado en el color del lazo, ella lo quería azul turquesa y el azul enviado no parecía ni turquesa, ni cielo, ni azul marino. No, ese color no era el que ella había elegido.
Su secretaria llamó a la puerta ¿Qué le pasaba?, tenía los ojos llorosos.
· Es que mi marido se ha quedado sin trabajo y está desesperado.
Que tonta, se le van a quedar los ojos rojos y se le correrá el rimmel.
· Cualquier día encuentra trabajo y habrás llorado en vano. Bueno límpiate y llama al gimnasio para decir que llegaré media hora tarde, que me reserven mi sitio como siempre. Llama también a Rodri, el masaje me lo dará a las 4.
Marieta mira por la ventana. Ve su ciudad, perfecta, las tiendas alineadas esperándola, las gentes paseando a sus perros. Espero que ya hayan paseado a Zoilo. Los niños con sus madres de la mano…¿Los niños con sus madres? ¡Por Dios es tardísimo!  Me esperan para comer, Papá se enoja si llego tarde, ¡qué lata!.
Salió satisfecha de su despacho, había sido una buena mañana de trabajo. Por la tarde no iría, tenía miles de cosas que hacer…Menos mal que la empresa es de Papá.
Marina Hernández
Blog: En el umbral de la noche.


9 comentarios:

Marina dijo...

Una vez más me sorprendes y alegras mi día. ¿El primero? Menudo honor Dº Antonio. Me gusta la sentencia inicial, concuerda genial con el texto. Muchísimas gracias, pero muchísimas, muchísimas

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Fantástico...!

Abrazos enormes para ambos, amigos.

Marina dijo...

Antonio, esta vez no me has mandado la revista. ¿Ya no tienes?
Me gustaría tener, aunque fuese una, porfa.
Besos

Antonio Aguilera dijo...

MARINA:
Creo que se te ha mandado; pero se puede haber extraviado.

Ésta, tu colaboración es fantástica, muy buena. Representa muy a las claras las prioridades de cierto tipo de gente.

Gracias por colaborar, y contamos contigo para los siguientes números.

Abejita de la Vega dijo...

Gracias amigos del Espolón por enviarme vuestra revista.

Este relato de Marina es muy bueno, espero que no haya muchas muñecas como ésas, qué horror.

Un abrazo

Nando dijo...

Es obvio que Marieta carece de inteligencia emocional… y que no le importa. Sería interesante que pudiéramos abrir una puerta al pasado de esta mujer. Entonces podríamos ver, por ejemplo, cómo se comportaban sus padres a la hora de la cena. ¿Cuáles eran los temas de conversación? ¿Qué opinaba su padre sobre los empleados de su empresa? ¿Los tenía en bajo aprecio? ¿Se sentía satisfecho de explotarlos, de tener un muy buen pasar, una hermosa casa, unas costosas vacaciones, gracias a esos hombres y mujeres encerrados de 8 a 5? ¿De qué hablaba su madre? ¿Del último collar que se compró? En el siglo I antes de Cristo, el historiador griego Salustio, en relación con los caballeros de la República romana, decía que: «Tan pronto como la riqueza pasa a ser una marca de distinción y un camino fácil de acceso a la fama, a los cargos militares, al poder político, comienza a declinar la virtud.» Los historiadores del futuro se quedarán con la boca abierta al ver cómo, en nuestros días, tomamos como algo natural que una minoría infame desprecie, manipule y explote a la mayoría indefensa y silenciosa.

alfonso dijo...


· Siendo la empresa de papá, bien puede ser, por ejemplo, un pendón verbenero. Y es que no hay nada como el ocio. Aunque debe ser muy cansado tener que star siempre tan ocupada.

· Saludos, Marietas del mundo.

CR & LMA
________________________________
·

Eva Magallanes dijo...

Lo peor de todo es que de Marietas está muy poblado el mundo. Lo terrible de la frivolidad excesiva y permanente (pues algo de ello de tarde en tarde puede ser terapéutico)es que no sólo significa una conducta si no también siembra en el mundo más egoísmo del que ya hay.
Me gusta el relato pues consigue sólo describiendo el actuar del personaje, con unas cuantas "pinceladas", poner de manifiesto lo profundo del asunto.

MUY SEÑORES MÍOS dijo...

Una narración preñada de arte. Felicito a la autora.